C-60 o ciclo de resonancia humano. Un importante ciclo a considerar en la progresión de un horóscopo personal

por José Luis Pascual Blázquez

Presentación: ¿quién fue Demetrio Santos?

Demetrio Santos
Demetrio Santos en una entrevista para el periódico El Norte de Castilla
 Fuente: Autor

Salvo unos pocos astrólogos en España, la mayoría de estudiantes y practicantes de la Astrología del mundo no están acostumbrados al uso del “ciclo de 60 años” o “ciclo de resonancia humano” (C-60) como método de dirigir un tema e interpretarlo dinámicamente. Seguramente, lo encontrarán muy diferente de lo que utilizan habitualmente (direcciones secundarias y primarias, arco solar, etc.), pese a su sencillez y contrastada exactitud. Su descubridor, el español Demetrio Santos, lo puso a prueba en más quinientos horóscopos de horas de nacimiento fiables.

¿Quién fue Demetrio Santos (1924-2016)? No creemos exagerado afirmar que haya sido el más importante investigador e innovador astrológico a escala mundial del siglo XX. Lo decimos apoyados por su orientación decididamente científica -es decir, sobre los conocimientos de la ciencia actual-, la extraordinaria amplitud de los saberes que dominaba -desde las lenguas clásicas a las modernas, la Física, la Química, la Biología, la Cosmología, la Historia y la Filosofía, conocía a fondo las diversas religiones, sus textos y sus símbolos, el arte de los edificios religiosos, etc.-, junto a su visión integradora de las diversas disciplinas, le permitió escribir una amplísima obra. Su dominio del inglés, del francés, del alemán y del italiano le permitió intercambiar información con amantes de la Astrología de todas las partes del mundo. Militar de profesión, retirado con el grado de coronel, enseñó en las Academias las ciencias, especializándose en radiocomunicación y energía nuclear. Destinado en Zaragoza, Toledo, Islas Canarias, Galicia, San Sebastián, etc., visitó las bibliotecas de estas y muchas otras ciudades españolas, donde se encuentra un riquísimo patrimonio astrológico antiguo, que compiló y dio a conocer (España fue una de las tres grandes vías de penetración del saber oriental en Europa, junto con Italia y Bizancio).

Recientemente, la Sociedad Española de Astrología ha publicado ¡62 tomos!, con unas 18.600 páginas bajo el título “Su Legado”, todos sus escritos en forma de apuntes sobre los que basó la siguiente bibliografía.

En este artículo nos centraremos en explicar de modo muy resumido el por qué el C-60 es tan importante y cómo utilizarlo. El lector descubrirá enseguida qué fácil es aplicarlo y qué bien describe los acontecimientos de la vida humana.

Tránsitos y direcciones. ¿Cuál es la diferencia?

En primer lugar, queremos recordar la diferencia entre una “dirección” y un “tránsito” planetario: la dirección describe el propio reloj biológico, psicológico y mental del individuo, es decir, el ritmo de su evolución propia, independientemente de factores externos. En cambio, los tránsitos constituyen el “ambiente exterior”, al que el individuo debe adaptarse. Muchas veces se observa que fuertes tránsitos no ejercen eficacia alguna. Para que se evidencien, debe haber “dirección” en marcha, estar pasando por un punto de crisis. Un virus o una situación de estrés difícilmente afectarán a un individuo sano y fuerte, sólo al debilitado por depresión del sistema inmunitario y el mecanismo de defensa.

Origen del ciclo de 60 años (técnicamente 58,2 años)

Partiendo de una primera conjunción Júpiter-Saturno en 0º Aries, por ejemplo, al cabo de aproximadamente 20 años vuelven a reunirse en el cielo, pero a 243º de distancia de la anterior conjunción, cerca de 3º Sagitario; transcurridos 20 años más, su reunión se repetirá a otros 243º más allá (6º Leo). Al cabo de 60 años (en realidad, el cálculo del promedio indica que deberán transcurrir 58,2 años), la tercera conjunción será visible 243º más allá de donde se produjo la segunda, por tanto, a unos 9º x (243 x 3 = 729º, es decir, dos vueltas completas de 360º + 9º), por tanto, cercana a la primera de las conjunciones mencionadas (a 9º de distancia, 9º Aries).

60 no es un número cualquiera: da origen al sistema sexagesimal para medir ángulos y tiempos (en uso) y es la base de los calendarios chinos, tamiles, etc. Al asignar 360º al círculo, este valor es divisible por 2, 3, 4, 5, 6, 8, 9 y 10 veces (máximo número de divisores, algo fundamental en la Física ondulatoria y en los armónicos de onda). Además, el período de T = 58,2 años está presente en los biorritmos: 23 x 28 x 33 días = 21.252 días = 58,1848 años.

60 días está también en la base de los calendarios lunisolares empleados antiguamente. Como el período sinódico lunar (de luna nueva a luna nueva) es de 29,5 días, pueden calcularse los tiempos mediante un mes de 29 días seguido de otro de 30 (29,5 x 2 = 59 días) al que se suma un día, y vuelta a empezar. El error cometido por este método es leve. Todo ello se suma para que el C-60 esté presente por doquier en la Naturaleza. Recuérdese: las ondas, tan importantes en Astrología, no requieren exactitud absoluta para manifestarse.

C-60: progresión del Ascendente

La progresión del C-60 es idéntica a las “profecciones”. Aquí se dirige el Ascendente a razón de un signo por año. Por tanto, tenemos T = 12 años, muy aproximadamente el período de Júpiter. ¿Por qué un ciclo de 60 años aplicado a la vida humana? Aquí el Ascendente se progresa a la velocidad de 360º/58,2 años, es decir, aproximadamente, 6º/año. Veamos algunas razones para ello:

En el ser humano, algunos ciclos afectan a su conjunto biológico, otros al psíquico, otros al espiritual, etc. Conocidos son los biorritmos que operan a nivel circa-mensual, otros a nivel fisiológico con período circadiano, y muchos más. Pero, en cualquier caso, el período ha de responder a una acción real del ambiente a la que se ha adaptado el organismo (aquí el ciclo luminoso diario, o el mensual de la Luna). Si tomamos una planta como el trigo, de ciclo anual, ésta evoluciona de acuerdo con él, respondiendo a la luz y al calor del Sol. Si pensáramos en una hipotética planta respondiendo a estos mismos influjos, y le diéramos un ciclo de año y medio, sería eliminada al primer ciclo, ya que no se adapta a éste.
Por eso, los seres vivientes, el hombre incluido, han de responder a algún ritmo cósmico, es decir, a un período real planetario o a alguno de sus armónicos. Hemos de indagar aquí, por tanto, los períodos cósmicos próximos a la duración de la vida humana y, aquel de ellos que sea más importante, será el que más influya en el hombre, indudablemente.
Por supuesto que, dada la forma del diagrama de resonancia, no es preciso que el período sea exacto. Si el ciclo tiene un período de 5 años, un ser vivo cuyo período vital sea de 5,25 años responderá a él, igualmente, en la práctica.
Observando los posibles períodos planetarios simples y compuestos, vemos que el más cercano a la duración de la vida humana es el formado por los dos grandes cronocratores, Júpiter y Saturno, de período T = 58,26 años, que hemos tomado como base del sistema del C-60; también podríamos elegir su armónico doble, 116,52 años, pero éste se aleja más de la duración actual de la vida del hombre, cuyo tiempo se acerca a los 70/80 años, y también sus armónicos. El C-60, por otra parte, se halla extendido en el Extremo Oriente y se ha utilizado en su esquema calendárico.
Los dos planetas más importantes del Sistema Solar son Júpiter y Saturno, gigantes en el mismo después del Sol, los cuales se hallan enlazados mediante la resonancia de sus períodos (2 de Saturno igualan a 5 de Júpiter). Al ser los planetas de mayor masa, los demás del Sistema les vienen subordinados en mayor o en menor medida, y sus períodos serán armónicos de ellos, de aquí su función cronocratora. Su acción es tan importante que solo ellos son observables, aparte del Sol y de la Luna, en su acción sobre las mareas de la Tierra, a pesar de su distancia a ella.
Sus períodos, por tanto (al igual que veíamos en la planta respecto al Sol anual), serán los que hayan seleccionado la existencia de los seres vivientes cuya duración vital se aproxima a ésta, entre ellos el hombre, y, al igual que la planta, como ésta, no sobrepasa, o casi llega, al período anual, el hombre sobrepasará poco la duración del ciclo de 60 años, generalmente. (1)

Si se conoce el sistema Huber del punto de la edad, o el método pro-Luna de Boris Cristoff, en ellos se “dirige” o “avanza” en sentido contrario a las agujas del reloj el grado del Ascendente de modo que en 72 años (Huber) u 84 (pro-Luna) el vector direccional (punto móvil) completa 360º a lo largo del tema. El C-60 tarda exactamente 58,2 años en dar una vuelta (tiempo que Júpiter y Saturno requieren para completar tres conjunciones consecutivas, de modo que la tercera queda a 9º de orbe de la primera). Tal precisión tiene importantes consecuencias en diversos niveles físicos. El ciclo está en la base del sistema de numeración sexagesimal (tiempos, ángulos, circunferencia y trigonometría, etc.), de los calendarios chino y tamil, etc. El C-60 se encuentra en toda clase de series de datos y “proxys” (quiebras de mercados financieros 1.929-1.987, registros climáticos, sedimentos, isótopos radiactivos cosmogénicos…) y también en el desarrollo de la vida humana. Es esto por lo que puede llamarse (ciclo de resonancia humano) (2).

Si el punto móvil desde el grado del Ascendente emplea exactamente 58,2 años en completar 360º, quiere decir que tarda 5 años en recorrer un signo zodiacal a velocidad constante. Comienza con la crisis de nacimiento (0º, 0 años de edad), de modo que tenemos la primera cuadratura del ciclo (90º) hacia los 14,5 años (pubertad, adolescencia, crisis de crecimiento, maduración sexual). Alcanza los 180º (oposición) hacia los 29 años de edad (coincidiendo con el primer retorno de Saturno, “cristalización del carácter”). La segunda cuadratura llega hacia los 43,5 años de edad (crisis de la mitad de la vida, Urano en tránsito opuesto al Urano natal); y de nuevo, conjunción hacia los 58,2 años de edad (el tránsito del C-60 por la Casa XII es muy crítico y tiene que ver con lo genético, de ahí que a esta edad haya un pico de diagnósticos de cáncer).

Como se observa, es el único ciclo que describe adecuadamente la revolución que en toda vida humana supone la adolescencia, etapa que, como otros puntos críticos, condiciona la evolución posterior del individuo, cosa que siempre hay que tener en cuenta en la interpretación astrológica (y a menudo se elude).

Cada punto o grado de una carta traza o “contempla” diversos aspectos a los planetas, lo cual describe (significado de las constelaciones planetarias) y desarrolla los cambios de patrón en el flujo de los acontecimientos de la vida humana a lo largo del tiempo (recuérdese, el grado del Ascendente avanza 6º por año). La vida del individuo puede estar en peligro cuando el punto móvil (que significa al individuo en un momento de su vida) llega por dirección al grado de un maléfico, sobre todo por cuadratura u oposición). Si hay varios planetas y aspectos indicados, en principio podemos establecer un baremo de “fuerza” o “peso” de estos aspectos y sumarlos.

He aquí el valor de cada aspecto deducido de la Teoría de las Ecuaciones Fundamentales, en astrodinas (3):

Aspecto Gradiente Ángulo Astrodinas
Conjuncción 1,552192 10
Semi-cuadratura 0,239903 44,25° 1,55
Sextil 0,394227 59,43° 2,54
Cuadratura 0,593897 90,02° 3,83
Trígono 0,415614 120,39° 2,68
Sesqui-cuadratura 0,217291 134,40° 1,4
Oposición 1,608782 180° 10,36

Jimi Hendrix
Jimi Hendrix: legendario guitarrista y miembro del “Club de los 27”
 Fuente: Denis Bourez from France, CC BY 2.0, via Wikimedia Commons

Veamos ahora el modo de cuantificar una crisis. Para ello nos valdremos de un personaje conocido, uno de los mejores guitarristas pop de los sixties. He aquí la carta natal de Jimi Hendrix, uno de los miembros más conocidos del “Club de los 27”. Cuando Jimi tenía 27 años de edad, el punto móvil del C-60 había llegado al comienzo de Géminis. Jimi murió en Londres el 18 de septiembre de 1970 a causa de una sobredosis de barbitúricos, le faltaban por tanto dos meses para cumplir los 28. En los grados iniciales de Géminis y de Sagitario tenemos a Saturno y Urano, por un lado, oponiéndose a Mercurio, al Sol y a Venus. Se trata de un entorno crucial del tema, con una conjunción sencilla opuesta a una conjunción triple en Casas anaréticas como son la Casa VI y la Casa XII.

Si sumamos las astrodinas correspondientes a las conjunciones y a las oposiciones, tenemos en el “punto de la edad” del C-60 a los 27 años:

Jimi Hendrix
James M. Hendrix. 27 noviembre 1942. 10:15 a. m. Seattle
  10 astrodinas; 10,36 a.; 10,36 a.; 10,36 a.; 2,68 a.; 2,54 a.; 2,54 a.; 2,54 ast. Total = 51,38 astrodinas.

Veámoslo en forma gráfica:

Jimi Hendrix
Gráfico del C-60 de Jimi Hendrix

Representamos el desarrollo del C-60 con la ayuda de círculos concéntricos y la suma en astrodinas para cada punto del Zodíaco de la carta natal. El círculo interior contiene el Zodíaco y los planetas. Seguido, podemos ver cuatro círculos concéntricos, cada uno de los cuales supone 10 astrodinas, de modo que podemos valorar la crisis vital de un modo cuantitativo y cualitativo. Los picos del gráfico “perforan” los círculos más o menos según la suma de astrodinas de cada grado: un círculo = 10 astrodinas; dos círculos = 20 astrodinas, etc. Diez astrodinas sugieren una enfermedad o evento de carácter ordinario; con una suma de 20 astrodinas podemos esperar una enfermedad o evento de carácter más notable; y 30 astrodinas implican una enfermedad o evento graves.

¿Qué clase de acontecimiento o enfermedad podemos esperar? Los del tipo que cada planeta gobierna o significa. Por ejemplo, con aspectos fuertes de Marte podemos esperar hiperactividad, y, por tanto, discusiones, accidentes, cirugías y similares. Con Venus, asuntos de amor, con Saturno problemas de huesos, depresión, soledad, pérdidas, etc. Siempre hay que tener en cuenta la edad del individuo (en personas mayores enfermedades crónicas, en niños enfermedades infantiles, etc.).

En el tema de Jimi Hendrix podemos ver que el programa empleado es incapaz de representar el pico a los 27 años de edad (51,38 astrodinas, un valor excepcional). Grandes líderes, científicos notables, fundadores de religiones y personajes importantes de la Historia presentan habitualmente picos de 30-40 astrodinas, con conjunciones y aspectos muy exactos. Son mental y físicamente fuertes, capaces de superar sus importantes crisis, de las cuales salen reforzados. La población general, en cambio, no presenta esas configuraciones, y, caso de nacer con ellas, suele sucumbir a tales crisis, física o psicológicamente. Parece, por tanto, que Jimi Hendrix no fue capaz de vencer el excepcional punto críticos de los 27 años de edad señalado en su tema de nacimiento.

Pasemos a la interpretación cualitativa de los aspectos. El color rojo representa cuadraturas, semi-cuadraturas y oposiciones; el naranja, las conjunciones; el color verde, sextiles y trígonos; y el color azul quintiles y bi-quintiles. Los astrólogos distinguen los aspectos “fuertes” de los “débiles”, los “benéficos” de los “maléficos”, etc. ¿Aporta algo más la Teoría de las Ecuaciones Fundamentales? Efectivamente. La conjunción afecta a todos los armónicos, por tanto, las crisis se reparten entre todos los planos del individuo. En cambio, la oposición y las cuadraturas afectan solamente a los armónicos 1 y 2 (4), por tanto, se evidencian en el nivel físico, en el plano de resonancia en forma de enfermedades somáticas. Trígonos y sextiles afectan al armónico 3, más alejado del fundamental, se manifestarán en el plano psicológico. E igualmente los aspectos que afectan a armónicos más elevados se pondrán de manifiesto en planos más profundos de la personalidad. Pero este es asunto a desarrollar en una exposición específica sobre el significado moderno de los aspectos.

Interpretación dinámica a través del C-60

Una de las ventajas de progresar el Ascendente por este sistema es que permite analizar la evolución del individuo desde sus primeros años de vida, fundamentales para el desarrollo posterior del individuo, puesto que los condicionan. Una crisis transforma al individuo física y psicológicamente. Yendo de una crisis a otra con períodos de descanso intermedios, el organismo va cambiando y se refuerza o debilita, e igualmente sucede en el nivel psicológico. De crisis en crisis, el individuo evoluciona y cada estadio sucesivo es condicionado por su respuesta en los anteriores. Somos realmente una serie de crisis consecutivas = transformaciones = metamorfosis.

Los traumas infantiles y juveniles pueden crear complejos -o, por lo contrario, culminar aprendizajes que hacen evolucionar positivamente al joven- que llevarán a la repetición de errores en cada crisis posterior o, por el contrario, harán del sujeto un personaje brillante y transformador del medio (líderes).

La moderna interpretación astrológica concibe el tiempo como un punto en movimiento continuo que se extiende desde el pasado a través del presente hacia el futuro. Pero, como sucede con los niveles atómicos de energía, la vida humana no evoluciona en un continuum, sino que transcurre a través de saltos discretos. Los relojes y los calendarios avanzan a una velocidad definida y uniforme, pero no sucede así con la vida humana. En ésta hay rachas de evolución tranquila y, de pronto, comienzan a producirse sucesos, la vida se acelera y caemos enfermos o en estados de estrés: es la crisis, señalada por los aspectos planetarios al punto móvil del C-60.

Por supuesto, si el C-60 funciona, el tipo de eventos debe hallarse de acuerdo con los planetas aspectantes al punto móvil del C-60 (recuérdese, este punto representa el estado actual del individuo a una edad determinada). Los períodos con bajo número de astrodinas = aumento de hechos por unidad de tiempo, períodos de estrés y agitación y, tal vez, de enfermedad. De este modo, la vida no transcurre a través de una línea ascendente y continua, sino que ésta esté hecha de períodos de calma y estrés, de pasos hacia adelante y hacia atrás, y así sucesivamente.

La Psicología y la Medicina nos enseñan que las vivencias y la salud de los primeros años de vida condicionan al niño para el resto de su vida, y esto mismo es aplicable en la interpretación horoscópica. Pongamos el ejemplo de una niña muy precoz:

niña precoz
Tema de nacimiento de una niña precoz

¿Cómo explicar que esta niña tuvo una evolución rapidísima, la cual sorprendió tanto a sus padres como a sus maestros y se hizo enseguida la líder de su clase? Muy sencillo: si avanzamos el Ascendente a la velocidad de 6º/año, el punto móvil habrá “tocado” por conjunción (que afecta a todos los armónicos), antes de cumplir los seis años, nada menos que a Marte, Urano, Mercurio, Neptuno, Saturno y Venus, despertando en ella todas las potencialidades de estos planetas (al nivel de su edad, por supuesto). Y el primero de estos seis planetas fue Marte en el primer grado de Capricornio (exaltación y conjunto al Ascendente): esta niña pegaba incluso a los chicos, su tendencia innata y no disimulada en el parvulario era dominar a todo el mundo.

A este tipo de consideraciones lo llamamos interpretación dinámica, es decir, a analizar cada punto del horóscopo en el tiempo situándolo en la edad correspondiente, teniendo en cuenta que va a condicionar el desarrollo posterior de las vivencias. Los puntos críticos notables en el Fondo del Cielo (Casa IV) darán una adolescencia difícil, en la Casa V (20-25 años) dificultades en los emparejamientos, en el Descendente (29-34 años) crisis de matrimonio, etc.

Siguiendo el razonamiento, en una persona con todos los planetas por debajo del horizonte (invisibles en el momento del nacimiento), el vector direccional hará la conjunción a todos ellos antes de los 29 años; como la conjunción involucra a todos los armónicos, significa que durante esa fracción de su período vital actualizará todos los niveles planetarios dentro de sí misma. Pero, en esta etapa, el sujeto evoluciona sin apenas peso de responsabilidades, dependiente de la familia y del entorno que se lo resuelve casi todo y, por tanto, con una gran libertad. Lo cual equivale a decir que será precoz, y, en consecuencia, exigente con los demás. Mostrará una mayor demanda afectiva y atención por parte ajena, su ego crecerá mucho más que si los planetas estuviesen en la parte visible del cielo.

bajo horizonte
Tema con todos los planetas bajo el horizonte

Por el contrario, un sujeto con todos los planetas visibles en el momento del nacimiento (por encima del horizonte) no comienza a actualizar dentro de sí los niveles planetarios hasta a partir de los 29 años, durante una época en que ya, los condicionantes sociales, lo constriñen y restan libertad de actuación, achicando en gran medida su ego respecto al caso inverso.

Invitamos al lector a confrontar esta exposición con su propio tema de nacimiento o con el de otras personas, en la seguridad de que hallará un medio seguro para avanzar en el conocimiento de la interpretación astrológica de temas individuales.

Una consideración importante: el “desvío” del Ascendente

Cuando se pone a prueba la progresión del C-60 utilizando el Ascendente astronómico, se cae enseguida en la cuenta de que los acontecimientos ocurren con un error sistemático de un año aproximadamente. Normalmente hay que añadir, por tanto, un año a las crisis o “picos” del C-60.

Por un lado, esto sugiere que el Ascendente verdadero no es el indicado por los cálculos astronómicos. Y por otro, encontramos en diversos textos antiguos la sugerencia de “retrasar” el Ascendente unos 5º en latitudes como Alejandría, patria de Ptolomeo.

Demetrio Santos abordó la cuestión y halló la razón en la influencia luminosa, definiendo y calculando el “Ascendente fotoeclíptico” y aportando un sistema de Casas nuevos, las “Casas Fotoeclípticas”. Para no extendernos demasiado, esta cuestión la abordaremos en un próximo artículo.

Bibliografía de Demetrio Santos:
Investigaciones
Investigaciones sobre Astrología (1978). Dos tomos.
Tetrabiblos. Claudio Ptolomeo. (Traducción directa del texto latino). 1980.
La Interpretación astrológica. 1980.
Textos astrológicos medievales. Messahallah-Ben Ezra. (Traducción directa de los textos latinos).
Astronomicon. Marcus Manilius. (Traducción directa del texto latino). 1982.
Astrología teórica (Ecuaciones Fundamentales). 1985.
Textos astrológicos. Zahel-Hermes-Almanzor Bethen. (Traducciones directas de los textos latinos). 1985.
Introducción a la Historia de la Astrología. 1986.
Sobre las natividades. Albubather. (Traducción directa del texto latino). 1986.
Astrología física. 1988
Principios astrológicos. (Gradientes y Casas Fotoeclípticas). 1992.
El horóscopo de Felipe II. Matías Haco. Traducción. 1995.
Armónicas. Claudio Ptolomeo. Traducción. 1999.
Tratado de Astrología y Magia de Alfonso X el Sabio. Estudio de Demetrio Santos. 2000.
Nomenclator Astrológico. 2002.
Miscelánea de Alquimia “Comentarium Alchymicum”. Estudio de Demetrio Santos. 2002.
El lenguaje de los truenos. 2003.
Toponimia ibérica. 2004.
El horóscopo de Francisco Franco. 2006.
Astrología Teórica II (Helicoides). 2006.
Comentario al evangelio. 2007.
La influencia de la radiación gamma. 2009.

Referencias:
(1) Demetrio Santos. C-60 o C-72. Revista Astrológica MERCURIO-3 nº 8 3º trimestre 1988.
(2) Para una explicación completa del ciclo y de la Teoría de las Ecuaciones Fundamentales pueden leerse las obras de Demetrio Santos (Investigaciones sobre Astrología; La interpretación astrológica; Astrología Teórica, I y II). Y, muy especialmente, sus Apuntes (1.952-2.015).
(3) Sobre el concepto de astrodinas: es una escala de 0 a 10 para medir la fuerza de los aspectos planetarios (véase, por ejemplo, Ernest Benjamin). En la Teoría de las Ecuaciones Fundamentales de Demetrio Santos, los valores expresados en el artículo proceden de resolver las ecuaciones de los armónicos H1 a H15.
(4) Esta interpretación de los aspectos es muy diferente a la teoría armónica de John Addey.

Autor:
José Luis Pascual BlazquezJosé Luis Pascual Blazquez es natural de Alfaro (La Rioja), donde empezó sus pesquisas sobre Astrometeorología y Meteorología Empírica en 1967. Licenciado en Ciencias Químicas por la Universidad de Zaragoza. Desde 1980 trabaja como profesor de Enseñanza Secundaria en el I.E.S. del Ebro en Tortosa (Tarragona). En 1994 ganó el III Premio de Investigación Astrológica "Demetrio Santos" en las VI Jornadas Astrológicas de Peñíscola. Miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Astrología desde marzo 2008 y de la Escuela Española de Astrología. Participante habitual de los Congresos Ibéricos de Astrología desde 1995 y de otras Jornadas astrológicas. Colaborador habitual de las revistas MERCURIO-3, EUDEMON, LINGUAGGIO ASTRALE, SEXTILE y SPICA. Colaborador en las traducciones al castellano actual de EL LIBRO CONPLIDO EN LOS IUDIZIOS DE LAS ESTRELLAS de Aly Ben Ragel (1997) y LIBRO DE JUICIOS DE LAS ESTRELLAS de Abraham Ben Ezra (2001) con la Escuela de Traductores de Sirventa. Ídem en el Breve tratado de los influjos celestes de Abraham Zacuto en 2006.
Pagina web: http://astrofactoria.webcindario.com
Email: cabanuel@gmail.com

© José Luis Pascual Blázquez, 2023

Posiciones actuales de los planetas
7-Ago-2023, 09:38 TU/GMT
Sol1439' 3"16n26
Luna149'35"12n26
Mercurio1152' 3"6n01
Venus245'28"r7n04
Marte1713'51"5n50
Júpiter1418'13"14n57
Saturno517'40"r11s12
Urano2252'46"18n11
Neptuno2719'30"r2s13
Plutón2844'45"r23s04
Nodo real2755'19"10n44
Quirón1952' 6"r9n12
Explicaciones de los símbolos
Carta del momento